EL FUERTE DE SAN MIGUEL EN NOOTKA
Asentamientos en el Nootka Sound. 1789
Martínez y López de Haro recibieron la orden de tomar posesión de forma preventiva del Nootka Sound antes de que los rusos o los británicos pudieran hacerlo. Durante el verano de 1789 Martínez envió a José María Narváez a explorar el estrecho de Juan de Fuca en el Santa Gertrudis la Magna (antes Northwest América, barco británico capturado por Martínez en Nootka Sound). Narváez encontró la boca del estrecho de Juan de Fuca. Le pareció una entrada muy grande con muchas esperanzas para realizar una exploración más detallada. A finales del año Martínez abandonó el Nootka Sound.
La expedición de Eliza de 1790
Tras los sucesos de 1789[1] la expedición de 1790, mandada por el teniente de navío Francisco de Eliza y Revenga, tenía como objetivo principal el restablecimiento de la presencia española en la Costa Noroeste, para lo que se iba a reedificar el fuerte y el asentamiento de Nootka. Las exploraciones continuaron partiendo a partir de ese momento del asentamiento de Nootka. Se llevaron a cabo tanto en Alaska como en el entorno del estrecho de Juan de Fuca.
La variedad de objetivos hizo que fueran varias las naves que se dirigieron a Nootka para a partir de allí desempeñar distintas misiones. La fragata Nuestra Señora de la Concepción se encontraba al mando del propio Francisco de Eliza y Revenga (Puerto de Santa María 1759-1825), Graduado en el Real Colegio de Guardiamarinas en Cádiz.
La Princesa con una tripulación de 84 hombres, estaba al mando de Jacinto Caamaño Moraleja. Nacido en Madrid en 1759, provenía de una familia aristocrática de Galicia. Los últimos años de su vida los pasó en Guayaquil y no se conoce con certeza la fecha y lugar de su muerte. Se enroló en la Armada española como simple marinero a los 18 años, y dos años más tarde, ya era alférez de navío. Un nieto suyo, José Plácido Caamaño, llegó a ser presidente de la República del Ecuador.
Los pilotos de la Princesa eran José Tobar y José Narváez y los capellanes Nicolás de Loera y Luis Paba. Llegó a Nootka el 26 de junio de 1790 y, tras una invernada en el nuevo emplazamiento, regresaría a California a primeros de marzo de 1791.
La fragata Aránzazu, al mando de Juan Bautista Matute llevó suministros a Nootka y regresó el 12 de julio llevando a bordo a Esteban Martínez.
El contingente incluyó al capitán Pedro de Alberni y 75 voluntarios catalanes y otras dos naves. El 4 de abril llegaba a Nootka el paquebote San Carlos, al mando de Salvador Fidalgo Lopegarcía (Seo de Urgel, 1756–Tacubaya, 1803). De familia noble navarra, se formó en el Real Colegio de Guardiamarinas de Cádiz. Se graduó en 1775, con el rango de alférez de fragata. Llevaba como piloto a Esteban Mondofía y a un marinero que hablaba inglés.
La balandra Princesa Real, capturada a los ingleses por Martínez en 1789, llegaba a Nootka el 3 de abril. Se encontraba al mando Manuel Quimper Benítez del Pino, y entre su tripulación de 41 hombres, incluyendo 9 soldados, se encontraban los pilotos López de Haro y Juan Carrasco.
En el Nootka Sound se construyó el asentamiento de Santa Cruz de Nootka, así como el fuerte de San Miguel, que fue ocupado por los soldados de la Primera Compañía Franca de Voluntarios de Cataluña, citados arriba. Después de establecer el asentamiento, Eliza envió a Fidalgo y Quimper en viajes de exploración: Fidalgo fue enviado al norte y Quimper al sur
El 4 de mayo salía de Nootka el paquebote San Carlos con destino a la Entrada del Príncipe Guillermo, donde arribó el 24 del mismo mes. El 25 comenzó a explorar el interior de la bahía en lancha ayudado por dos indios que conocían muy bien la zona, lo que les facilitó mucho su tarea. Como era habitual, dejaron un detallado informe etnográfico de los indios chugach.
Sin haber encontrado rusos en la Entrada del Príncipe Guillermo, el 30 de junio parten hacia la entrada de Cook, encontrando el 4 de julio el primer establecimiento ruso de Pavlovskaia, un puesto de la Compañía Pavel Lebedev-Lastochkin en la desembocadura del río Kenai. Fidalgo no se detuvo en el puesto sino que continuó hacia el oeste hasta la isla de Kodiak, donde encontró el puesto de Shelikov. Fidalgo se trasladó luego a la colonia rusa en Alexandrovsk (hoy Bahía del Inglés o Nanwalek, Alaska), al suroeste del actual Anchorage, en la península de Kenai, donde de nuevo, Fidalgo afirmó la reclamación española de la zona mediante la realización de una ceremonia formal de soberanía.
Los rusos afirmaban contar con 9.000 indios amigos entre la isla de Kodiak, en la que estaban establecidos desde 1785, y en el establecimiento principal en la ensenada de Cook, donde había dos establecimientos rusos desde 1787. Por la robustez de las fortificaciones en que se guarecían los rusos y las cicatrices que lucían muchos de ellos, a los marinos españoles no les parecieron las relaciones muy amistosas.
El 31 de mayo zarpó de Nootka Manuel Quimper en el Princesa Real, para explorar el estrecho de Juan de Fuca hasta las islas de San Juan. Entre el 1 de junio y el 7 de julio recorrió la margen norte del estrecho, en la actual isla de Vancouver. El 8 de julio cruzó el estrecho de Fuca y atracó en el actual estado de Washington, tomando posesión del Puerto de Quimper (New Dungeness Bay). Desde allí envió al piloto Juan Carrasco a reconocer las zonas cercanas pero sin llegar a adentrarse en el actual Puget Sound. Descubrió el Puerto de la Bodega y Quadra (Port Discovery), donde comerció con los indios.
El 18 julio zarpó de New Dungeness Bay y cruzó el estrecho para entrar en el Puerto de Córdova (Esquimault Harbour). Tres días más tarde retrocedió y fondeó en Freshwater Bay. El siguiente día se dirigió hacia el oeste y fondeó en la Ensenada de Rojas (Clallam Bay), donde divisó dos poblados nativos. El día 24, a las 9 de la mañana, echó ancla en la que llamó bahía de Núñez Gaona (Neah Bay), donde permaneció hasta el 3 de agosto. El 1 de agosto Quimper tomó posesión formal del puerto, con asistencia de los indios. Las relaciones con los nativos fueron intensas. Fue continuo el comercio y el intercambio de regalos.
Teniendo limitado el tiempo, tuvo que regresar a Nootka sin estudiar a fondo varios estrechos y ensenadas prometedoras. El 3 de agosto zarparon de bahía de Núñez Gaona con rumbo oeste, pero a causa del mal tiempo, vientos contrarios y niebla, tomaron la decisión de regresar a Monterrey, a donde llegaron el 2 de septiembre, y a San Blas el 13 de noviembre.
La expedición de Eliza de 1791
Continuaron durante ese año las exploraciones de las tierras aledañas al norte y sur del estrecho de Juan de Fuca. El flujo de llegada de nuevos buques a Nootka era continuo y desde allí partían las nuevas expediciones.
El paquebote San Carlos, al mando de Ramón Antonio Saavedra y Guyralda, arribó el 26 de marzo, con órdenes para Francisco de Eliza, quien había invernado en esa nueva base. Entre su tripulación se encontraban los pilotos Juan Pantoja y Arriaga y José Antonio Verdia, el cirujano Juan Terrón y el capellán Villaverde.
El 4 de mayo el San Carlos, comandado por Eliza, con Pantoja como piloto, zarpó de Nootka con rumbo sur, para explorar los estrechos de López de Haro y Georgia. En Nootka quedó fondeada la fragata Nuestra Señora de la Concepción, al mando del alférez de navío Ramón Saavedra y Guyralda y el capitán de voluntarios Pedro de Alberni.
La segunda nave de dicha expedición era la goleta Santa Saturnina, construida ya en Nootka, comandada por José María Narváez y que llevaba a Carrasco y Verdia como pilotos. Viajaba con el San Carlos, porque sus reducidas dimensiones la hacían más apta para explorar los canales y estrechos a los que no podría acceder el San Carlos por sus dimensiones y calado.
Entre el 7 de mayo y mediados de junio exploran la margen norte del estrecho, en el sur de la isla de Vancouver. Fondearon el 28 de junio en el puerto de Bodega y Quadra, y a partir del 1 de julio la goleta y la lancha estuvieron explorando las inmediaciones. Durante la travesía, descubrieron el estrecho de Georgia y Narváez realizó una exploración rápida de su mayor parte.
Entre el 7 y el 11 de agosto, estuvieron fondeadas en Puerto de Núñez Gaona. Durante esa estancia Eliza menciona que acudieron muchas canoas de indios de los poblados que hay en la boca para comerciar, pero apenas llegaron a ningún trato. El San Carlos regresó a Nootka el 30 de agosto. El Santa Saturnina, al mando de Carrasco, no logró llegar a Nootka y en su lugar navegó al sur hacia Monterey y San Blas. Carrasco se reunió en Monterrey con Alejandro Malaspina y le informó sobre el descubrimiento del estrecho de Georgia.
[1] Para ampliar, visitar el siguiente foro: http://foro.todoavante.es/viewtopic.php?f=47&t=4284
CORBETAS ATREVIDA Y DESCUBIERTA
La expedición Malaspina y Bustamante. 1791
Es quizá la más importante expedición científica española, por su duración, magnitud, propósitos y logros. Duró algo más de cinco años: entre el 30 de julio de 1789 y el 21 de septiembre de 1794. Exploró la costa del Atlántico americano desde Monterrey (México) hasta la Tierra del Fuego; la costa pacífica hasta Alaska, y además las islas Filipinas, Macao, Australia, Nueva Zelanda y las islas Marianas y el archipiélago de Tonga (el punto del Pacífico donde se inicia el día UTC). Aquí solamente me refiero a las exploraciones de la zona a que está dedicada esta entrada.
El rey de España dio a Alejandro Malaspina y a José de Bustamante y Guerra el mando de una expedición científica alrededor del mundo con dos corbetas, la Descubierta y la Atrevida. Entre los 102 miembros de su tripulación se encontraban los oficiales José de Espinosa y Tello, Cayetano Valdés y Flores, Manual Novales, Femando Quintano, Francisco Javier Viana, Juan Bernacci y Secundino Salamanca, y el cirujano Francisco Flores Moreno. La corbeta Atrevida se encontraba al mando de José de Bustamante y Guerra, segundo jefe de la expedición, y entre sus 102 tripulantes se incluían originalmente los oficiales Dionisio Alcalá Galiano, Antonio Tova Arredondo, Juan Gutiérrez de la Concha, José Robredo, Martín de Olavide y Ciriaco Cevallos.
La expedición contaba, además, con los botánicos y naturalistas, Antonio Pineda, Tadeo Haenke y Luis Nee; con Felipe Bauzá y Cañas como encargado del dibujo y director de cartas y planos de la expedición. Contaba también con una serie de dibujantes, entre los que Juan Ravenet, Tomás de Suria, Felipe Bauzá, José Cardero y Fernando Brambila, dejaron testimonio de nativos y escenas de la Costa Noroeste.
El 1 de mayo de 1791, la expedición exploró el ámbito de la Costa Noroeste a la búsqueda de un paso interoceánico. En México se quedó mientras tanto una comisión expedicionaria al mando de Dionisio Alcalá Galiana, para organizar los materiales obtenidos hasta el momento
Al llegar a Alaska, reconocieron la costa hasta el Prince William Sound. En la bahía Yakutat, la expedición contactó con los tlingit yakutat. Los estudiosos españoles hicieron un estudio de la tribu, recabando información sobre costumbres sociales, lengua, economía, métodos de guerra y prácticas funerarias. Los artistas que acompañaban la expedición, Tomás de Suria y José Cardero, retrataron a miembros de la tribu y recogieron escenas de la vida diaria Tlingit. El glaciar Malaspina, entre la bahía de Yakutat y la bahía Icy, fue nombrado posteriormente en honor de Alejandro Malaspina.
Expedición de Alcalá Galiano y Valdés. 1792
La circunnavegación de la actual isla de Vancouver realizada por las goletas Sutil y Mexicana en 1792, se considera como parte de la expedición Malaspina ya que fue realizada a iniciativa suya modificando las instrucciones previas al respecto. La expedición iba a estar originalmente al mando de Mourelle, pero Malaspina logró imponer a sus propios oficiales, Dionisio Alcalá Galiano y Cayetano Valdés.
Las goletas habían sido construidas en San Blas y su poco fondo las hacía idóneas para los propósitos de la expedición. Al capitán de fragata Dionisio Alcalá Galiano, comandante de la expedición, se le encomendó el mando de la goleta Sutil en la que también iba el teniente de fragata Secundino Salamanca, con otros 17 tripulantes. El mando de la goleta Mexicana lo detentaba el capitán de fragata Cayetano Valdés y en ella iban Juan Vernaci, teniente de fragata y el dibujante José Cardero, junto con otros 17 tripulantes. Las goletas salieron de Nootka el 5 de junio y regresaron a dicho lugar el 31 de agosto.
Al llegar a Núñez Gaona encuentran a la fragata Princesa y a Fidalgo, que llevaba allí un mes preparando un futuro establecimiento, habiendo dispuesto ya el terreno para el mismo. Es destacable la confianza del trato con el jefe Tetacu, el cual visitaba la goleta Mexicana con toda confianza. Los españoles incluso le permitieron ver las cartas y mapas del estrecho, informándoles el jefe sobre la configuración y las islas del mismo. Tetacu les acompañó en su travesía del estrecho hasta el Puerto de Córdova, adonde llegaron sus dos mujeres en canoa. Acabaron siendo conscientes de que ese jefe era “uno de los caudillos más temidos de quantos habitan estas Costas y que ha adquirido el mayor respeto y autoridad en ellas, por su valor, talentos y despejo”. Tetacu y sus dos mujeres fueron retratados por Cardero.
ALEJANDRO MALASPINA
Un relato de este viaje de Galiano y Valdés, se publicó en España y fue ampliamente promovido, oscureciendo el viaje más importante de Malaspina, que se convertiría en un prisionero político poco después de regresar a España. Es la constante de todos los grandes hombres de España de aquellas épocas: cuantos mayores y más heroicos eran sus logros, mas envidias y odios suscitaban. Repase la nómina de todos aquellos esforzados descubridores y colonizadores y comprobaran que raro es el caso en que no acabaran en el destierro o la cárcel. Viene a la memoria aquella exclamación de poema de Mio Cid: «¡Ah que buen vasallo si hubiera buen señor…!
Expedición de Bodega y Quadra y Caamaño. 1792
El 29 de abril de 1792 arribaba a Nootka la fragata Santa Gertrudis al mando de Alonso Torres y Guerra. Con él iban Juan Francisco de la Bodega y Quadra, comandante de una expedición que en este caso tenía un propósito fundamentalmente diplomático y político, el naturalista José Mariano Moziño Suárez de Figueroa y el artista Atanasio Echevarría y Godoy.
Eliza, que estaba entonces al mando del establecimiento de Nootka, fue relevado por Bodega y salió de Nootka en la fragata Nuestra Señora de la Concepción el 24 de junio.
El 14 de mayo llegaba a Nootka la fragata Aránzazu, de 205 toneladas. Su comandante era Jacinto Caamaño y Moraleja llevando a Juan Pantoja y Arriaga como primer piloto y a Juan Martínez y Zayas como segundo. Tenía la misión específica de recorrer la costa desde el Puerto de Bucareli hasta el de Nootka.
Entre el 13 de junio y el 7 de septiembre Caamaño llevó a cabo una serie de exploraciones en la zona mencionada, realizando diversos informes sobre los pueblos nativos con los que estableció contacto. Iba con él el botánico José Maldonado. Entre el 24 de junio y el 17 de julio estuvo en el Puerto de Bucareli. Numeroso nombres de lugares aplicados por Caamaño en la zona han sobrevivido, como la bahía de Córdoba, el canal de Revillagigedo, las bocas de Quadra, y en lo que ahora se llama paso Caamaño, la isla Zayas, en honor de su segundo piloto.
El naturalista José Maldonado dejó un extenso informe sobre animales terrestres, acuáticos y plantas de la zona. Fue la última vez que una nave española se acercó por esos lugares. El 4 de septiembre volvía Caamaño a Nootka. Allí se quedó al mando del emplazamiento mientras Bodega viajaba a Neah Bay. Luego sería relevado por Fidalgo. El 27 de agosto había llegado George Vancouver a Nootka. Al parecer, se habría reunido con Caamaño y obtenido copias de sus mapas, sobre todo de las zonas al norte de la entrada de Dixon. Vancouver más tarde incorporó algunos de los nombres de los lugares bautizados por Caamaño en su atlas.
El 4 de mayo había arribado a Nootka la goleta Activa al mando de Salvador Menéndez Valdés. El 21 de septiembre fue Bodega y Quadra quien tomó el mando de esta goleta y se desplazó al Puerto de Núñez Gaona (Neah Bay) con Menéndez Valdés, en donde estuvo del 25 al 29 de septiembre para luego navegar hacia el sur. El viaje tenía por misión encontrarse con Fidalgo, que llevaba allí desde el 27 de mayo, e indagar en los sucesos que habían desembocado en la muerte del piloto de la Princesa, Antonio Serantes.
Arribaban en ese momento a Nootka la fragata Columbia y una balandra al mando del capitán Gray, a quien Bodega pidió que le acompañara en su viaje al estrecho de Juan de Fuca. Posteriormente, le compraría la balandra que sería bautizada como Orcasitas, y viajaría al sur con Bodega el 29 de septiembre.
La fragata Princesa, al mando de Salvador Fidalgo Lopegarcía, y llevando como piloto primero a Antonio Serantes y, como segundo, a Hipólito Tono, al capellán José Alejandro López de Nava y al cirujano Juan de Dios Morelos, se encontraba en el Puerto de Núñez Gaona (Neah Bay) desde el 27 de mayo. En el diario de Bodega se narra la entrevista con el jefe Tetacu y su hermano Tututsi para investigar la muerte de Antonio Serantes. En resumen, durante el otoño de 1792 se produjo un conflicto entre los makah nativos, y los españoles. El piloto Antonio Serantes, fue asesinado y en represalia, Fidalgo ordenó un ataque a los makah, causando muchas bajas.
El 29 de septiembre se abandonó definitivamente el Puerto de Núñez Gaona, dirigiéndose Bodega hacia México junto con la Orcasítas.
La expedición de Eliza y Martínez Zayas. 1793
Fue ésta, la última expedición española al Pacífico Norte. En 1795 se cerró el establecimiento de Nootka, poniendo fin definitivamente a la presencia española en esa región.
El 30 de abril zarparon, de nuevo desde San Blas, dos goletas. La Activa, a cuyo mando se encontraba el teniente de navío Francisco de Eliza y Revenga, llevaba como pilotos a José Tobar y Juan Kendrick, el capellán era Agustín de la Peña y el cirujano José Maldonado. La goleta Mexicana estaba al mando del segundo piloto Juan Martínez y Zayas. Sus instrucciones eran la exploración de la costa desde el estrecho de Juan de Fuca hacia el sur, hasta San Francisco.
Las goletas se separaron muy pronto. Eliza encontró grandes dificultades y sólo Martínez Zayas alcanzó la latitud deseada, el Puerto de Núñez Gaona, donde habían convenido encontrarse y al que arribó el 26 de julio. Atravesó el estrecho hasta Puerto San Juan y el 30 de julio comenzó a navegar hacia el sur.
TÍPICA CANOA DE LOS NATIVOS DE NOOTKA
Martínez y Zayas, que navegó por la costa de Washington y Oregón, menciona que en su tránsito por la costa norte encontró casas bien formadas y techadas de madera. El 11 de agosto decidió entrar por el río Columbia, pero le siguieron multitud de canoas con indios agresivos, y se vio obligado a hundir algunas para evitar un abordaje. Probablemente eran chinook del Columbia inferior.
Mientras tanto Eliza había fondeado el 1 de agosto en el puerto de la Trinidad (Trinidad Bay) y en su breve informe sobre los yurok destacó la total ausencia de cambios habidos desde la primera vez que los españoles se detuvieron allí, en 1775. El mismo Eliza dedujo que “han tenido muy poco trato con otras naciones”.
El 9 de agosto se encontraron ambas goletas en el puerto de Bodega reflejando en sus escritos una breve mención sobre los miwok costeños. Por lo que respecta a los pueblos nativos, los españoles impidieron que los rusos se establecieran en la Columbia Británica y en las costas de Washington y Oregón, y se retrasó en más de setenta años la inevitable conquista y práctica destrucción de las culturas nativas de esa región.
TOTEM CARACTERÍSTICO DE LAS CULTURAS DE LA ZONA
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.-
La profesora EMMA SÁNCHEZ MONTAÑÉS, titular de Historia Americana en la Universidad Complutense y directora de la Revista Española de Antropología Americana, fue quien despertó mi interés por estas exploraciones. Su extenso, documentado y ameno artículo sobre las fuentes españolas en la etnografía de la costa pacífica americana a finales de siglo XVIII, publicado en el libro “Norteamérica a finales del S. XVIII: España y los Estados Unidos” fue determinante para iniciar este trabajo. Como mi enfoque pretendía centrarse más en la epopeya en sí, en el factor humano de la misma, investigué acerca de información menos especializada en antropología.. Entiendo que la aportación de nuestros marinos fue fundamental para ésta ciencia en aquel ámbito.
En Internet, la documentación sobre el tema es extensa y de fuentes muy distintas. Como siempre, en primer lugar WIKIPEDIA donde hay muchos trabajos muy completos y documentados. Es la fuente principal de las imágenes publicadas. Cito las páginas que más he consultado, pero son innumerables las existentes:
- Expediciones de España en el Pacífico Noroeste
- Exploración del océano Pacífico.
- Canadá y Alaska: Desde México, en Nueva España.
#LA ENCICLOPEDIA DE LA PRESENCIA ESPAÑOLA EN ESTADOS UNIDOS. ESPAUSA ENCICLOPEDIA. (Patrocinada por la Universidad de Alcalá).
Contiene biografías de muchos personajes relacionados con la presencia española en América, entre otros, los citados en estos artículos. Muy interesante y exhaustiva.
#El libro del señor Freeman M. Tovell, “At the far reaches of Empire”, es un auténtico tesoro de datos personales de la casi totalidad de los personajes que llevaron a cabo aquellas exploraciones.
#Historical Dictionary of the Discovery and Exploration of the Northwest Coast of America, de Robin Inglis.
Otra fuente indispensable y muy completa sobre el tema y sus personajes.
Es curioso y turbador, que existan obras sobre el tema de la presencia española en América, en mayor número y difusión que en la propia España.
Interesante documento, cada día me sorprenden más las publicaciones en Gastrosofía de mi buen amigo Francisco Candela.
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Interesante, lo estudiaré con detenimiento. Pepe Mallol
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