DUELO A GARROTAZOS. D. FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES
Henry Kissinger: “El estudio de la Historia no nos ofrece un manual de instrucciones que pueda aplicarse automáticamente; la historia enseña por analogía, dándonos luz sobre las probables consecuencias que se derivan de situaciones comparables. Sin embargo, cada generación deberá examinar por sí misma las circunstancias que, de hecho, son equiparables.”
Este párrafo del magnífico libro de Kissinger, “Diplomacy”, me ha hecho recordar el texto que ofrezco a continuación, y que es un ejemplo de lo que el Sr. Kissinger expone. Es de un personaje ya fallecido. Sin esta aclaración, se podría pensar que la ha pronunciado uno de estos días algún personaje actual, en cualquier medio de comunicación. No voy a entrar a valorar el contenido ni posicionarme a favor o en contra del mismo. Solo júzguese al final si las circunstancias son equiparables.
«Todos los trabajadores, ante la angustiosa situación presente, han de preguntarse a qué se debe el que, a pesar de los constantes cambios de Gobierno, a pesar de haber gobernado las izquierdas, a pesar de los Gobiernos de centro y de derecha, el paro aumente sin cesar, la carestía de vida se haga cada vez más agobiadora y la pugna entre las clases sea cada día más áspera.
Fácil es comprobar la existencia de estos problemas y aun su agravación. Con Gobiernos en que figuraban ministros socialistas, todas las calamidades que abruman a la masa obrera no sólo no tuvieron solución, sino que se agudizaron.
Con Gobiernos de derecha, toda la política se orienta en contra de los productores; empeoran las condiciones de trabajo, se reducen los jornales, aumentan las jornadas, se los persigue, etc.
¿Qué significa esta coincidencia en el fondo de los partidos políticos, sean de derechas o sean de izquierdas? Significa que el régimen de partidos es incapaz de organizar un sistema económico que ponga a cubierto a la masa popular de estas angustias; que tanto unos partidos como otros están al servicio del sistema capitalista.
Mientras la terrible crisis económica actual ha arruinado o está en camino de arruinar a los modestos productores, y la masa obrera sufre como nunca la pesadilla del paro, la cifra de los beneficios obtenidos por los beneficiarios del orden actual de cosas, los dueños de la Banca, es elevadísimo.
Así la tarea urgente que tienen los productores es ésta: destruir el sistema liberal, acabando con las pandillas políticas y los tiburones de la Banca.»
Aunque parezca que esto es de ayer tarde, resulta que lo escribió un tal…
José Antonio Primo de Rivera en 1935, ¡hace 79 años!
(Periódico «Arriba», nº 20, 21 de noviembre de 1935).
Recuerdo un grueso libro de tapas azules editado por Falange Española, en rústica, que contenía todos sus discursos y escritos importantes. Fue un regalo que me hizo el Jefe de Estado Mayor de la unidad donde hice mi largo servicio militar. Como tenía tanto tiempo libre, me dedique a leer y estudiar. En ese tiempo inicie los estudios de Perito Industrial. Entre mis lecturas de aquel tiempo, se contaba un librito editado en México sobre la II República, me parece que por Fondo de Cultura Económica. Me preguntó que leía y al verlo me comento que me iba a regalar un libro interesante para que tuviera otra visión del periodo. Días después me trajo el libro en cuestión. Lo leí, al principio por cortesía y luego con verdadero interés al descubrir al personaje, tan injustamente denostado.
Hay un hecho que no he visto reflejado más que en un libro de Memorias de D. Ramón Serrano Suñer. Cuando se pidió el suplicatorio al Parlamento para juzgarlo, por un motivo tan nimio que lo que realmente escondía era el inicio de una venganza política al estilo comunista (que siempre terminan en asesinato), el diputado que defendió al Sr, Primo de Rivera, de forma muy apasionada, fue ni más ni menos que D. Indalecio Prieto, diputado y dirigente importante del PSOE, amigo personal y admirador de J. Antonio Primo de Rivera. En un anexo al final del libro, se encuentra la transcripción completa de todas las intervenciones parlamentarias, tomada del Diario de Sesiones.
En la cárcel de Alicante se entera José Antonio que, lo planeado como mero golpe de Estado se ha convertido en guerra civil. Se ofrece al Gobierno republicano como mediador, dejando a sus familiares como rehenes. Prepara un manifiesto analizando con mucho pesimismo la situación y señalando con gallardía los errores de uno y otro bando. Propone como solución la detención de las hostilidades y la formación de un gobierno de consenso para iniciar una época de reconstrucción política y económica del país, sin persecuciones y sin acciones de represalia. Naturalmente no fueron aceptadas sus propuestas.
Estos papeles fueron recogidos por D. Indalecio Prieto, quien los publica en su libro Convulsiones en España, Ed. Oasis, México, 1967. En España lo recoge D. Ricardo de la Cierva en la revista Historia y Vida, nº 89.
Otro ilustre socialista, D. Julián Zugazagoitia, escribió con manifiesta admiración unas sentidas páginas acerca de los últimos momentos de su vida y los citados documentos. Relata brevemente el juicio, cuya sentencia estaba de antemano prefijada y relata: “La vista del proceso le coloca ante una realidad adversa. No se inmuta […] Intuye cual será la pena a que le condenan sus jueces y sin embargo, se esfuerza por convencerlos de que no deben ser injustos ni para él ni con sus hermanos. Increpa ásperamente a una persona, que en su concepto ha enturbiado la claridad del proceso. El interesado escucha la admonición sobrecogido. El relámpago de iracundia pasa y queda, en la carne del increpado, un desasosiego que será permanente”. (Guerra y vicisitudes de los españoles. Buenos Aires 1940 y Grijalbo, Barcelona 1977)
Como se puede ver, se están repitiendo algunas circunstancias que son equiparables. Espero que al final no se conviertan en idénticas y que no tengamos que iniciar el ciclo que en los 130 años anteriores a 1940 consiguieron que no hubiera ningún periodo de más de 25 años sin guerras ni conflictos. Estor preparando una relación de todos los acaecidos desde 1808 hasta 1940 para que se empiece a valorar lo que tenemos desde esa última fecha. A pesar de todas los defectos que ha podido tener y que sin duda habrá que corregir. A ser posible sin tener que “Volver a empezar”.
Esperemos que la cosa no pase de aquí y no lleguemos a mayores. Continuaré dando noticias, para ilustración de los que “tocan de oído”, de otras cosas menos sensatas que llevaron al país al desastre que algunos parecen querer reeditar.
D. José Antonio Primo de Rivera D. Indalecio Prieto Tuero
LOS PAISES QUE OLVIDAN SU HISTORIA ESTAN CONDENADOS A VOLVERLA A VIVIR. NOSOTROS, DESDE HACE 150 AÑOS, LA REPETIMOS UNA Y OTRA VEZ Y CUANDO PARECIA QUE ENTRABAMOS EN CAUCES DE NORMALIDAD, NOS EMPEÑAMOS EN VOLVER EMPEZAR.